Alto valor en el mercado es usualmente la meta principal de los proveedores de productos o servicios. Calidad y ciertas propiedades los distingue de los demás y causa impresión positiva en los consumidores.
La marca de certificación otorga al producto o servicio calidad verificada, pues su titular se encarga de estandarizar, supervisar y controlarlos, mediante las transmisiones de procedimientos, usos, conocimientos o modelos a sus usuarios.
La marca de certificación debe registrarse ante la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI) y se utiliza por medio de licencia de uso entre el titular y los usuarios, en donde se establecen derechos y obligaciones, incluyendo la obligación de cumplir con el Reglamento de Uso.
El Reglamento de Uso requiere aprobación previa por la autoridad nacional reguladora del producto o servicio que se trate. Además, debe contener los siguientes elementos:
- Identificar productos y/o servicios que podrán ser objeto de certificación;
- Calidad, componentes, origen o cualquier otro atributo de los productos y/o servicios;
- Características garantizadas por la presencia de la marca; y
- Medidas de control a cargo del titular antes y después de autorizarse el uso de la marca de certificación, al igual que las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento.