Una de las estrategias cardinales del mercadeo es ser el primero. Esa primicia te da una ventaja sobre todos los posibles competidores, ya que te permite establecerte en lo que ellos buscan la manera de iniciar. También tiene el atractivo ante el público que asocia al pionero con el mejor.
En el área de patentes, podemos encontrar dos tipos de pioneros: primero que inventa y primero que patenta.
Es posible que más de una persona ideé un mismo o similar invento sin que esas personas estén relacionadas entre sí. En estos a veces no tan raros casos la balanza del derecho puede inclinarse hacia el primero que solicite la patente. En vista a que la gran mayoría de países ven al primero que patenta como el que debería disfrutar de los derechos sobre el invento.
Imaginémonos dos inventores en un mismo país donde se reconoce al primero en patentar como el que debe gozar de los derechos exclusivos. Inventor A es el primero en patentar, mientras que Inventor B es el primero en inventar.
Como regla general, el Inventor A al ser el primero en patentar tendría todas las ventajas. Sin embargo, algunas acciones del Inventor B pueden afectarlo.
1. Impedir la obtención de la patente
Si ambos inventores han mantenido sus inventos en confidencialidad, el requisito de novedad exigido para patentar no ha sido alternado. Por lo que, el Inventor A no tendría problemas al presentar su solicitud de patente y adquirir los derechos exclusivos sobre el invento. Ahora, si el Inventor B divulgó su invento al público antes que el Inventor A ingresara su solicitud de patente, lo más probable es que la patente (del Inventor A) sea rechazada por no considerarse novedosa. En ese escenario, ninguno tendría derechos exclusivos sobre el invento.
2. Defensa del uso previo
Si el Inventor B se encontraba usando o preparando el uso del invento (sin afectar su novedad), el Inventor A no podrá impedir la continuación de ese uso, aun cuando tenga la patente otorgada. Aquí el Inventor A tendría los derechos exclusivos sobre el invento, pero limitado, entre otras cosas, por el uso anterior del Inventor B.
Aun así, sería más ventajoso ser el Inventor A, ya que puede disfrutar de la explotación comercial del invento, además de transferir o licenciarlo libremente a otros.
Ahí la importancia de ser el primero, el primero en patentar.