La respuesta simple: registras tu Propiedad Intelectual donde la vayas a usar.

Primero, identificas qué tipo de registro le corresponde a tu bien intangible. Segundo, identifica si tu mercado o audiencia será local, nacional, regional o mundial.

1. Identificar el tipo de registro

Vamos a verlo por parte, primero la Propiedad Industrial y luego el Derecho de Autor.

La Propiedad Industrial, que comprende principalmente la patente, el modelo de utilidad, diseño industrial y los signos distintivos (como la marca), regularmente necesitan ser registrados para ser protegidos. En cinco líneas:

• La patente protege invenciones
• El modelo de utilidad protege invenciones menores que mejoran una función técnica
• El diseño industrial protege la estética de un artículo
• La marca protege el signo que identifica a un producto o servicio
• La indicación geográfica protege el signo que identifica las características que da un origen geográfico

El Derecho de Autor y Derechos Conexos habitualmente reciben protección desde su creación, aunque la mejor manera de probar autoría es mediante registro. En dos líneas:

• El Derecho de Autor protege a obras literarias o artísticas
• Los Derechos Conexos protege a quienes producen, graban, difunden o ejecutan las obras

(En algunos países, es necesario registrar el derecho de autor para poder iniciar procesos legales. )

2. Identificar el mercado o la audiencia

Si es local o nacional o regional debes hacerlo ante la autoridad administrativa encargada. Para guiarte, puedes consultar el listado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Para registrar en más de un lugar, es recomendable que te auxilies de los tratados internacionales que permiten gestionar múltiples registros en múltiples países. Aquí algunos ejemplos:

• Patentes: Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT)
• Diseño industrial: Sistema de La Haya
• Marca: Sistema de Madrid
• Indicaciones geográficas: Sistema de Lisboa

Favor toma nota que estos tratados solo aplican a los países que los han aceptado.

Si es “mundial” porque tu obra o tu negocio cuenta con una presencia en línea. También puedes optar por otras herramientas alternativas, por ejemplo, WIPO PROOF o Blockchain. Estas alternativas te pueden ayudar a demostrar el momento de la creación de tu activo intangible, así como su evolución creativa o inventiva.